martes, 26 de enero de 2016

La sanación del inconsciente por el perdón.


Nuestra parte es fácil: cuando veamos un símbolo perturbador, le entregamos esa apariencia (¡que no es real!) al Espíritu Santo o Yo Superior (o el nombre con que nos guste llamarLo) sabiendo que esa parte de nuestro Ser, que es Divina e incontaminada, se ocupará de disolver las creencias inconscientes vinculadas al símbolo o apariencia que le hemos entregado. Eso es perdonar.


1) No importan las palabras que digamos al perdonar. Lo que importa es nuestra actitud y comprensión (sobre todo comprender que lo que estamos perdonando son apariencias, no algo real). Perdonamos nuestros propios sueños: afuera no hay nadie "malo" a quien odiar o guardar rencor, sino que somos nosotros mismos quienes estamos soñando tal absurdo y eso es lo que perdonamos. No existe nada "afuera". Ni "adentro". Todo es el SER que somos unidos, el cual es UNIDAD y AMOR.


2) Si la apariencia a perdonar es con una persona, no es necesario que esa persona lo sepa. Es nuestra actitud de entregar la apariencia la que cuenta. Así, no es necesario abordar directamente a alguien que no quiere recibirnos, y podemos también perdonar a personas de nuestro pasado con las que aparentemente ya no hay forma de comunicar. Para perdonar da igual si dentro del sueño parece que alguien vive o parece que falleció. Lo que cuenta es soltar: reconocer que nuestra incomodidad es producto de una proyección o apariencia, y entregar esa apariencia a la Divinidad para que borre en nuestro inconsciente lo que produjo ese símbolo.


3) Se pueden usar palabras cuando uno lo sienta adecuado. Uno puede improvisar las palabras cuando llegue el momento. También puede usar términos formulados de antemano, como decirle mentalmente a una persona: "Eres Espíritu. Completo e inocente. Todo está perdonado y olvidado". El perdón se aplica sin límites de tiempo ni distancia; podemos perdonar a alguien que vemos por la tele y nos cae mal, aunque no le conozcamos personalmente; si nos cae mal, es que estamos proyectando y es algo a perdonar; también podemos perdonar a personas de otras épocas.


4) En Ho'oponopono se proponen a modo de referencia palabras como "Lo siento... perdón... gracias... te amo...". Lo importante es saber que estamos entregando la apariencia (¡no es real, sino una apariencia o espejismo!) que nos molesta, para que la Divinidad acceda a nuestro inconsciente y borre la falsa creencia que la origina. Una forma de entender esas palabras del Ho'oponopono podría ser, en el ejemplo de una persona que digamos que choca con nosotros en la calle: Lo siento, hermano, por haber percibido esto, por haber percibido que tal cosa como que choquemos es posible; perdón... me perdono a mí mismo por haberlo creado, por mis creencias inconscientes... gracias, hermano, por permitir que estas creencias inconscientes haya podido detectarlas por medio de ti... y te amo, te amo, te amo inmensamente por la oportunidad que me das para soltar esto y liberarme de mis creencias ilusorias que producen un mundo absurdo y sin amor. Parecido valdría para otros casos, por ejemplo si vemos a alguien enfermo podríamos entregar esa apariencia con un razonamiento interior parecido; cuando tengamos claro esto el perdón fluirá sin palabras, rápidamente, espontáneamente, o si se usa alguna palabra como recordatorio no hace falta que sea todo, basta con un "perdón", o un "lo siento, te amo", o un "UNIDAD, te entrego esta apariencia".


5) Todo odio es en realidad un auto-odio camuflado: nos odiamos a nosotros mismos por creer que produjimos la separación y el malestar consecuente, y proyectamos ese odio hacia afuera, lo cual suaviza la sensación; pero ocultar el problema no lo resuelve, por eso hay que perdonar entregando las apariencias a la Divinidad.

6) Visto con profundidad, toda acción de cualquier persona hacia nosotros es una de estas dos cosas: a) O bien es una expresión de Amor. b) O bien es una petición de ayuda. Sé que es difícil darnos cuenta de esto cuando estamos proyectando, darnos cuenta de que si por ejemplo alguien parece insultarnos, en realidad se trata de una petición de ayuda. Y perdonar esa apariencia es la mayor ayuda que pudiéramos conceder. No sólo a ese hermano, sino a nosotros mismos, pues todos somos Uno y lo que perdonamos a los demás lo estamos perdonando a uno mismo, disolviendo nuestras actitudes y creencias inconscientes que produjeron esa apariencia.

7) Las preocupaciones nos desvían al pasado o al futuro, o enturbian el presente con interpretaciones falsas. Mediante el perdón despejamos los obstáculos para poder percibir conscientemente la Paz que nos envuelve constantemente, en este Momento y Siempre. Esta sensación profunda de Paz ilimitada es nuestro Ser.

Hay algo interesante que no mencioné en mi mensaje anterior. Se trata de no hacer excepciones al perdonar. El perdón es algo unitario, se aplica indistintamente a todo lo que nos parezca limitado (desagradable, molesto, imperfecto). Perdonar sólo unas cosas separándolas del resto por cualquier motivo, excluyendo otras cosas del perdón, sería un camino tortuoso pues el despertar está relacionado con la comprensión de que todo está unido, y no separando unas cosas de las otras. Por ejemplo, si queremos sanación (en realidad la enfermedad no es real y darnos cuenta de esto ya es un gran paso), la idea es perdonar tanto nuestra apariencia de enfermedad como perdonar también las apariencias percibidas en otras personas, tanto las relativas a enfermedades como cualesquiera otras limitaciones de las que nos demos cuenta. Porque todos somos Uno y, lo que perdonamos en los demás, lo estamos perdonando en nosotros mismos. Ejemplo más concreto: si queremos perdonar una apariencia de enfermedad grave en nuestro aparente cuerpo, y negamos ese mismo perdón para otra persona (por ejemplo para un político que nos cae mal, o para un terrorista que sufra también una enfermedad grave), entonces nuestra actitud refuerza la creencia en la separación y el perdón es incompleto. El despertar total amanece con el perdón total, no con un perdón parcial o interesado personalmente. En el ejemplo del terrorista, se podría perdonar no solamente su aparente enfermedad (la cual tampoco es real, como ninguna enfermedad) sino también la creencia de que es un terrorista, así como de la existencia del terrorismo. Basta con entregar todas esas creencias a la Vida.

Fuente:  http://jugandoalegremente.blogspot.com.es/2010/06/sintesis-del-perdon-sobre-el-perdon.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario